Voy por el mar de mis recuerdos
y navego escuchándote
hacia el norte de mi vida,
dejando a un lado los avatares
que he ido encontrando por el camino,
sin ellos voy desnudo hasta lograr mi destino.
En el horizonte de tú palabra,
busco paisajes repoblados de sueños
y eludo el laberinto que me aleja de descubrir
nuevos lugares inventados por ti.
En el confín de tus versos,
siempre consigo un relajo para mis sentidos
y el sustento para elevar mi ánimo,
así sueño y vuelo en los parajes que describes,
deteniéndome en aquellos donde tú corazón,
late con más intensidad.
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