Como un grito



Si el amor fuera como un cuchillo
que se lleva clavado desde el primer instante,
si no se mueve no duele, ni sangra,
por estar con él tapada la herida,
pero la falta de confianza lo agita,
los celos lo llevan de arriba abajo,
las dudas hacen retorcerse hundiéndose más
y el alma sale dañada.

Si de dolor gritara el alma,
herida de un notable sufrimiento,
si en su ser notara el frío,
si justo en ese instante no viera a nadie,
sin la calidez humana su frío sería más grande,
y esa herida manaría sangre clara,
traslúcida casi casi trasparente
gota a gota según el dolor causado.

No hay comentarios: