Líneas, trazos, espacios,
colores,
todo apunta a un origen
ancestral.
Tal vez lo que muestra el
lienzo,
no es más que una
herencia caribeña,
plasmada por una mano que
dirigen
atávicos recuerdos del
subconsciente.
En sus cálidos colores
pueden verse:
paisajes de playas y
palmeras,
de frutas propias de
aquellas tierras,
bailes de moradores, sus
vestimentas,
la agitación de sus
cuerpos al compas
de sus tambores y otros
instrumentos,
que afinando el oído de
la imaginación
pueden oírse con el mismo
embeleso
que se observan estas
pinturas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario